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Ginebra, ciudad harta mutable en cuanto al tiempo y a más cosas se refiere. De una semana totalmente primaveral, con sol de ese que pica y que invita a estar todo el día en la calle, pasamos a una semana de mierda con nubes a cascoporro y chubascos espontáneos e impredecibles. Esto, junto a hechos como que últimamente duermo poco, que ayer en concreto dormí menos, que mi jefe me encasqueta presentaciones en un idioma que apenas chapurreo y que he sufrido una compañía no muy grata esta mañana a 100 metros bajo tierra, hace que no esté en un estado de humor óptimo.
La compañía en concreto: Jean Charles. Un tipo recién llegado de una empresa también recién llegada al CERN. La verdad es que siempre me ha parecido curioso y un tanto incomprensible que un tío, para intentar entablar conversación con otro recurra a tópicos típicos como el mundo del motor o de las féminas. Mal empezamos. Sin ofender, pero hay otros temas bastante más interesantes de los que uno puede hablar para conocer a otra persona.
De todas formas, otras cosas como los idiomas y culturas extranjeras tampoco han ayudado mucho esta vez. Y es que cuando te dicen que el español es fácil en extremo, pero las únicas palabras que alguien puede articular son bocadillo y fiesta, la credibilidad del sujeto queda por los suelos. Mal comienzo, JC.
En fin, uno es profesional y al final acaba haciendo oídos sordos, y aprovechando el hecho de que JC piense que no me entero cuando me habla en francés para pasar del tema hasta que vea que haya algo que me interese.
Por ello, y aunque quizá la canción tenga como objetivo otro tipo de relaciones interpersonales, le dedico esta obra maestra: :D

http://www.youtube.com/watch?v=05aVR2r1xNc

Pero por fin es viernes y creo que aunque llueva me voy a correr. Yeah.

Bisous, y buen fin de semana!