
Aunque ahora mismo gozo de un relativo buen estado de forma, correr 800 metros cuesta arriba a tó meté suena a putada de las gordas, pero en este contexto, rodeado de gente friki y no tan friki y de buen ambiente, se hace muy ameno. Si a eso añades que los dos primeros relevistas de tu equipo no se encuentran y uno de ellos tiene que llamar a voces al otro, que cinco minutos antes de la carrera te presentan al tipo que te va a dar el relevo, que no te acuerdas a quién se lo tienes que dar y que después de todo el evento se habla de todo esto con varias cervezas belgas fermentadas con el único propósito de golpear cerebros, al final te echas unas risas.
Pese a todas estas tribulaciones, un cuarto puesto en nuestra categoría y un decimonoveno del total de setenta y seis equipos, hace que miremos hacia el futuro con optimismo.
PD. La nota triste de la presente edición fue que echamos en falta al protón tamaño calabaza del año anterior.

2 comentarios:
el de la camiseta roja...
...¿tiene novia?
XD
Pues no lo sé, pero precisamente es él a quien conocí 5 minutos antes de la carrera, y quien perdió a nuestro primer relevista...
Pero parecía buen tío. Se lo pregunto.
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