viernes, 20 de noviembre de 2009

MaRi T, esA MUsa

El fin de semana pasado no pudo comenzar peor gracias a una conversación surrealista que, ni entendí ni entiendo, por parte de cierta persona situada algo por encima de mí en la escala jerárquica laboral.
Pese a haber reflexionado largo y profundamente sobre el tema, haber llegado a la conclusión de que hay personas que simplemente no dan más de sí, y haber soltado mierda por la boca (siempre de forma constructiva, ojo, no como otros) a quien se la tenía que soltar, obteniendo un gracias y un perdón a cambio, lo cual está bien, no me libro de la sensación de decepción y desencanto.

Y cuando las cosas están así, cuando menos te lo esperas, de quien menos te lo esperas, y encima cuando mejor te viene, aparece apoyo y empatía hacia este tipo de situaciones en las que crees estar solo y que hacen que tengas ganas de quemar tu lugar habitual de trabajo, o más bien el de tu jefe, que ahora que he limpiado un poco mi despacho sería una pena.

Gracias por la conversación del otro día, Mari T.

PD. Como agradecimiento me acordaré de regalarte 40 kilos de tu maquillaje favorito, que lo gastas mucho, y un par de bidones de perfume.

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