lunes, 2 de febrero de 2009

cOn LA muErTE en Los HOrNiLLoS

Resulta que ayer, a eso de la hora de cenar me entraron ganas de comer algo calentito y que tuviera arroz, así que empecé a sacar cosas de la nevera de forma aleatoria para hacerme un risotto.
Resulta que tras haber hecho el esfuerzo sobrehumano de pelar y cortar zanahorias un domingo por la noche y de pelar gambas, me doy cuenta de que la cocina eléctrica no funciona. Resulta que si hay una cosa que me jode es pelar gambas para después no comérmelas. Bueno, hay cosas que me joden mucho más, pero ésta no está mal.
Resulta que tengo una habilidad innata para abrir objetos y máquinas que no funcionan para después volver a cerrarlos dejándolos en un estado peor del que estaban y sin averiguar jamás por qué dejaron de funcionar, lo que no es tan obvio como parece.
Resulta que tras escuchar un zumbido eléctrico detrás de la cocina mi habilidad se volvió a manifestar una vez más tomando como víctima el enchufe de la cocina y como arma una navaja suiza. Resulta que la avería consistía simplemente en un cable suelto dentro de un enchufe de cuatro pines, cosa que no había visto en mi vida; y que unas pinzas de estas del estante de productos para belleza propiedad de mi compi de piso no fueron suficientes para hacer girar a una tuerca más que podrida por el paso del tiempo y la corriente.
Pues hoy, resuelto a arreglar mi cocina me he comprado un maletín de esos popurrí de herramientas porque a diferencia de McGyver, que todo lo arreglaba a base de navaja de boyscout y conocimientos oralmente transmitidos por su abuelo, yo soy un completo inútil, por lo que me hace falta el juego entero.
Resulta también que vivo en Suiza y que no tengo ni puta idea de electricidad, lo que me convierte en candidato número para morir víctima de mi propia gañanería. Tras haber vuelto a conectar el cable en su sitio resulta que se me ha ocurrido apagar el general de la casa por si pasaba algo, ya que siempre tengo en cuenta para estas cosas la habilidad de la que hablaba antes. Tras un rato buscándolo, lo más parecido que hemos encontrado ha sido esto:


Reconocer al gallo como tal ha sido la clave para entender que los fusibles son esas cosas cilíndricas que están a la derecha. Tras dejar la casa a oscuras con otra cosa de estas similar que hay fuera del piso, enchufar la cocina, enroscar el fusible exterior, chispazo que corta la respiración, cambiar el fusible del gallo y chispazo que ha vuelto a cortar la respiración, la cocina ha vuelto a funcionar.

Y resulta que al rato de entrar otra vez en la cocina huelo que mi compi de piso ha vuelto a cenar a base de tostadas calentadas en la tostadora. Eso sí que es confianza, joe.

Última foto titulada "Epic victory", en la que salgo con los dedos dibujando el signo de la victoria y con el piloto de la cocina encendido.

No hay comentarios: